Anaconda 5: Depredador de la Selva (2025)

ChatGPT dice:
Anaconda 5: Depredador de la Jungla (2025)
“La jungla tiene un nuevo depredador máximo.”

 

Anaconda 5: Depredador de la Jungla regresa a los cines con los colmillos al descubierto y la tensión a flor de piel, insuflando nueva vida —y muerte— a la franquicia de culto de criaturas. Ambientada en las inexploradas selvas del Amazonas, la película es un thriller de supervivencia ágil y trepidante que se inclina hacia la sensibilidad del terror moderno, a la vez que honra sus raíces en el cine de serie B.

 

Cuando una expedición biotecnológica liderada por la Dra. Eliza Stone (Jessica Henwick) se propone extraer muestras raras de ADN de plantas prehistóricas, descubren algo mucho más letal: una nueva raza de anaconda genéticamente mejorada, criada en secreto por una facción paramilitar rebelde. Estas serpientes son más rápidas, más inteligentes y absolutamente implacables. Tras el desenlace de la misión, un rastreador de operaciones encubiertas (Frank Grillo) es enviado a rescatar a los supervivientes, pero lo que encuentra es una jungla convertida en una auténtica pesadilla.

 

Dirigida por Alexandre Aja (Crawl, The Hills Have Eyes), la película ofrece muertes brutales, tensión claustrofóbica y el encanto camp justo para que el caos resulte disfrutable. Los efectos visuales han mejorado enormemente con respecto a las entregas anteriores: las serpientes son aterradoramente reales, con escamas detalladas, ojos brillantes y una velocidad vertiginosa. El entorno selvático es exuberante y amenazante, lleno de trampas, secretos y algunos bichos espeluznantes que no tienen nada que ver con las serpientes.

 

Con un guion sensacional, ingeniosos efectos visuales y una satisfactoria mezcla de acción y terror, Anaconda 5 sabe exactamente lo que es, y eso es lo que la hace funcionar. Tanto si eres fan de toda la vida como si solo buscas emociones fuertes, esta secuela ofrece justo lo que promete: caos selvático, reptiles monstruosos y pura diversión.

Recuerda: en esta jungla, no eres el cazador. Eres la presa.